¿Sueño lúcido u opaco?

La curva de mis párpados está fusionándose con el monte de mis mejillas, mis pestañas acarician mi cara a modo de manta y mis ojos se tornan lentamente de lado a lado, buscando algo que en realidad está dentro de mi cabeza. 03:57, creyendo que estoy en un sueño y demostrándome lo contrario. Encendiendo y apagando la luz en busca de algún pequeño fallo pero nada, sigo en la realidad, de forma lenta, de forma pachona, cansada, tirada. Yemas por brazos, o en estómago. Agua esquivándome, o consumiéndose. Dientes chirriando, o abriendo puertas. Es tarde para no estar en la cama, pero no es tarde para darle otra vuelta a la cabeza, donde tengo el circuito muy recorrido pero cada día tiene nuevos baches.

Hasta ahora.

Me altero tranquilizándome, me relajo enfadándome, chillo en silencio, reviento por dentro, un eco mudo, una cueva sin fondo, una pareja quemada, dos extraños atados, una red que pesca a insensatos y un cielo abierto desaprovechado. El color azul impreso, puedo verlo cuando quiera y sin embargo prefiero ver el negro tintado, el negro mentiroso, el negro apagado. Miradas al infinito, no a ignorantes ochos tumbados, si no al real infinito, al todo y a la nada. Ese infinito que sabe a libertad... libertad expirada es la que me inspira.