jueves, 27 de octubre de 2011

Que mirar al infinito es gratis, al igual que imaginar, así que no me vengas con excusas diciendo que no puedes. Al fin y al cabo eres tu el que influye sobre ti mismo, el que se pone barreras, el que acuchilla sus sueños notando que se desangran en tus manos sin poder hacer nada. Claro que eres libre, pero eres tu y solo tu el que se pone las cadenas, y no me cansaré de decirlo. Respira, sigue respirando y corre sin parar, pararse solo sirve para perder tiempo. Mírame, yo sonrió sin sentido aparente, satisfecho tan solo de ver el cielo otro día, y si solo se ven nubes, de sentir la lluvia y el viento. Que estés mal un determinado tiempo no significa que tengas que estar así el resto de tus días, solo mira al pasado de reojo, si no te quedaras ciego.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Porque sí

Tardes muertas en el parque, sonrisas sinceras, rastas mojadas seguidas de un fino recorrido de agua por tu espalda, conversaciones infinitas con o sin sentido, sensaciones positivas...Creo que esta es una de las únicas veces hasta ahora que escribo por una alegría esporádica, espontánea...no iba a ser siempre odio, tristeza y rabia ¿no? Esta alegría puede estar producida tanto por una simple canción que viene seguida de recuerdos, momentos, personas y un largo etcétera de muchas cosas bastante buenas como por mirar una foto. Tarareo un acorde de una melodía pegadiza mientras que garabateo en un folio, simplemente porque me apetece, al igual que escribo esto, sin necesidad de sentirme mejor, de escupir sentimientos...solo por puro placer, porque sí, y todo esto mientras que tengo una sonrisa plasmada en la cara.

viernes, 7 de octubre de 2011

No lo sé.

Y es que lo sigo sin entender, es como hablar con una pared, como cuando le hablas a un bebé, convencido de que te entiende, como cuando asientes con la cabeza pero en realidad no escuchas nada. Estoy harto de algo que yo mismo podría remediar, aunque cuando creo que lo he remediado en realidad lo he dejado a un lado, lanzado como un búmeran que se que volverá, pero se me olvida que tiré y cuando vuelve es cuando mas daño hace. No se porque me engaño. Me miro y me intento autoconvencer para nada. Mi subconsciente me intenta avisar utilizando los sueños, pero me doy cuenta tarde, como siempre. Es un odio intenso hacia el día a día, hacia los pensamientos que no se borran ni con 5 kg de tipp-ex. No se ni la razón por la que llevo gafas, si en realidad no quiero ver nada.